LA FELICIDAD ES LA AUSENCIA DE DOLOR...


Parece algo sencillo de decir, pero estoy convencido de que nadie quiere sufrir, nadie quiere tener dolor. Lo paradójico es que cuando somos niños/as muchos empezamos a sufrir por factores externos, nuestros adultos nos muestran su dolor y aprendemos que se puede llamar la atención causándonos dolor. Dolor para llamar la atención y para pedir afecto, y al mismo tiempo buscamos escapar del mismo: Lo hice toda mi vida, la historia es sencilla, un hombre con una adicción al alcohol dejó embarazada a una mujer que no estaba preparada para tener un hijo, fue tal su bloqueo que se refugió en su familia y no se enfrentó a su vida, y cuando podía echaba la culpa de su desgracia a su hijo.

De niño recuerdo que tuve muchos momentos de felicidad (una cualidad que todo niño/a tiene), pero cuando dejé la niñez, empecé a aprender a sufrir y a escapar del dolor. Nadie quiere sufrir y yo tampoco quise hacerlo. Para compensar busqué, busqué alegrías sin saber dónde las podía encontrar, por suerte encontré un deporte que me ayudó con mi baja auto-estima. Me ayudó, pero no me alejé de mi dolor, aprendí estrategias de control para buscar afecto y reconocimiento, niño bueno, rebelde, tímido, caprichoso, niño dolido. Extremos para compensar mi dolor. Con el tiempo las hormonas revolucionaron mi cuerpo y empezó el instinto que me hizo buscar pareja. El dolor, la baja auto-estima, las expectativas, la cultura, juegan un papel importante en este aspecto para ser feliz, encontrar la pareja adecuada. Otro aspecto fundamental es encontrar un medio de vida (dinero), un trabajo que sea el elemento con el cual podamos desarrollarnos como personas a nivel de familia, social e intelectual. En mi búsqueda, el dolor me llevó a trabajar con niños con dolor, la reciprocidad y el encuentro directo con el dolor. Mi dolor con otro dolor, quizás esto me enseño que tenía que dejar de sufrir, ver el dolor ajeno me ha enseñado a dejar de sufrir. Primer paso, de un largo camino...

Hoy tengo dos hijos hermosos y junto a mi pareja, tenemos equilibrio emocional y salud...encontrarla, ¿un golpe de suerte o inteligencia emocional?. Mi elemento para mi medio de vida estuvo allí escondido desde el inicio, siempre me expresé con mi cuerpo y con mis manos, estudié para educador y plásticas (otra vez, ¿suerte o intuición?), de niño no fui bueno en la escuela, sin embargo como educador se que la escuela debe ayudar al niño/a a no sufrir, por ello ¡¡hoy busco cambiar el sistema educativo!!


Si hablo del dolor, con el tiempo se ha ido, no ha sido fácil, terapias, matar el EGO y una búsqueda constante. Aprendimos que con el dolor se puede llamar la atención y el dolor vende. En mi cultura está casi en todo (canciones, poemas, cuadros, libros, TV, etc), nos venden un falso positivismo, venden alegría y euforia de diferentes maneras (alcohol, drogas, sexo, viajes, dinero, éxito, salud, educación, religión...). 

“El dinero no da la felicidad”, un slogan que pocos creemos. La felicidad está en la búsqueda del EQUILIBRIO. Cuando tienes equilibrio emocional en la vida, desapareces para la sociedad, ya no llamas la atención, te dejas llevar por la intuición y pocos te ven. Somos lo que hacemos, no lo que pensamos y cuando te equilibras, haces más de lo que piensas, te interesa el dolor ajeno ya no para sufrir, ni para buscar afecto y reconocimiento, sino para crecer...


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