LA FELICIDAD ES LA AUSENCIA DE DOLOR... Parece algo sencillo de decir, pero estoy convencido de que nadie quiere sufrir, nadie quiere tener dolor. Lo paradójico es que cuando somos niños/as muchos empezamos a sufrir por factores externos, nuestros adultos nos muestran su dolor y aprendemos que se puede llamar la atención causándonos dolor. Dolor para llamar la atención y para pedir afecto, y al mismo tiempo buscamos escapar del mismo: Lo hice toda mi vida, la historia es sencilla, un hombre con una adicción al alcohol dejó embarazada a una mujer que no estaba preparada para tener un hijo, fue tal su bloqueo que se refugió en su familia y no se enfrentó a su vida, y cuando podía echaba la culpa de su desgracia a su hijo. De niño recuerdo que tuve muchos momentos de felicidad (una cualidad que todo niño/a tiene), pero cuando dejé la niñez, empecé a aprender a sufrir y a escapar del dolor. Nadie quiere sufrir y yo tampoco quise hacerlo. Para compensar busqué, busqué alegrías...